La suspensión de Luis Rubiales, acordada por la FIFA, aleja las posibilidades de la candidatura ibérica. El estadio donde juega el Real Murcia iba a ser elegido sede mundialista, casi con total seguridad.
GREGORIO LEÓN
El terremoto que ha estremecido el fútbol mundial, con epicentro en Zúrich, se ha sentido en los cimientos del estadio Nueva Condomina. Un comunicado de apenas una página remitido por la FIFA ha hecho que las opciones de que Murcia tenga partidos del Mundial 2030 se vean extraordinariamente limitadas. La suspensión de Luis Rubiales durante un periodo inicial de 90 días, que podría llegar hasta los quince años, de acuerdo a informaciones publicadas en Inglaterra, vacía de poder al presidente de la Federación, que había maniobrado para sacar adelante la candidatura de España, Portugal y Marruecos. Tejiendo alianzas con la FIFA, desde la autoridad que le confería su puesto de vicepresidente de la UEFA, la influencia de Rubiales era altísima. Ahora es un apestado para el máximo órgano futbolístico. La magnitud del escándalo, las infamantes imágenes de Sidney que se han visto en todas las televisiones del mundo, el descrédito en el que ha caído el fútbol español... todo eso ha pegado un mordisco no pequeño a las aspiraciones de nuestro país, y la onda expansiva alcanza a Murcia. La metralla también ha llegado aquí.
Antes de que terminara este año, la Federación Española de Fútbol tenía previsto designar las sedes definitivas oficiales de la candidatura nacional. Nueva Condomina iba a ser una de ellas, casi con total seguridad. El proyecto presentado oficialmente en abril cumplía los requisitos exigidos por la FIFA. La remodelación del estadio elevaría su aforo en 42.000 espectadores, con dos posibilidades de inversión. Una grande, colocando un segundo anillo sobre el actual, y otra más ajustada presupuestariamente, bajando el nivel del césped y dando menos espacio entre asiento y asiento del estadio.
Para mitad de 2024 se esperaba que la FIFA adoptara la decisión definitiva. España, Portugal y Marruecos competían duramente con la otra candidatura, la americana, constituida por Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. La oponente que tiene además a su favor una efeméride: en 2030 se cumplirán cien años del primer Mundial de la historia, celebrado en tierras uruguayas.
La Federación Española, además de las consecuencias reputacionales por culpa del "escándalo Rubiales", ha quedado descabezada. Pedro Rocha es el presidente interino, y a la espera de resoluciones judiciales que adoptarán el TAD y los tribunales de justicia ordinaria, será inevitable la convocatoria de elecciones de la que saldrá el nuevo jefe del fútbol español. Mientras tanto, Las Rozas actuará con provisionalidad, a la espera del resultado de los comicios.
Fuentes de la candidatura regional admiten que el estallido de la crisis en la Federación altera planes y modifica expectativas. Nueva Condomina 2030 queda en el aire. De momento, es solo un dibujo creado por ordenador. Nada más que eso. Hace solo unas semanas, un proyecto sólido listo para su ejecución.