El técnico le subió como campeón desde Tercera, le hizo rozar el playoff en su debut en Segunda RFEF y ahora le tiene primero en puesto de ascenso directo a Primera RFEF. Suma nueve victorias y dos empates en 11 jornadas
Yecla tiene algo especial. No es la primera vez que su equipo con sede en La Constitución, uno de los pocos estadios que resiste con aroma a fútbol modesto inglés, sorprende con su equipo colándose en los principales puestos de la categoría. Lo hizo en su momento como técnico Sandroni, que con el anterior formato de Segunda B, metió al Yeclano Deportivo en el playoff de ascenso a Segunda División en la 2019-20, y parece empeñado Adrián Hernández en seguir su estela. Una comunión perfecta entre entrenador-proyecto, con la filosofía de un club que se niega a endeudarse por encima de sus posibilidades, que prioriza la estabilidad y la identidad, con gran base de jugadores locales y regionales, por encima de la ambición deportiva... y que recoge sus frutos.
Adrián llegó a Yecla tras hacer crecer al modesto proyecto de la pedanía murciana de Churra hasta casi subir a Segunda B y después liderar al Real Murcia en su enésimo intento de volver al fútbol profesional. Dos temporadas de altibajos en las que ganó la fase nacional de Copa Federación pero falló en su intento de playoff. Tras su destitución a mitad de la segunda temporada encontró su sitio en esa particular aldea gala que es Yecla. Allí, cogió a un recién descendido a Tercera para hacerlo campeón por la vía rápida, sobrándole varios meses. Entrenador plenipotenciario, armó un vestuario a su imagen y semejanza, pero acorde a la filosofía del club y ya en Segunda RFEF. En su primera campaña, la de consolidación en la categoría, llegó a encadenar ocho jornadas sin perder y se coló en puestos de playoff. Sólo la falta de consistencia en los últimos dos meses, con una sola victoria en ocho partidos, le privó de la gesta.
Consciente de lo bueno y lo malo del año pasado, este Yeclano actual que es líder en Segunda RFEF, mantuvo su idiosincrasia. Con fichajes de perfil muy bajo, procedentes de Segunda RFEF o incluso Tercera División, y sin olvidar la cantera, Adrián ha logrado lo que parecía aún más difícil: meter al equipo en lo más alto de la tabla. De acabar así el curso, ascendería directamente a Primera RFEF para jugar contra grandes presupuestos y entidades rebotadas en gran parte del fútbol profesional. Este Yeclano apenas ha perdido tres partidos en Liga, y hay que remontarse a octubre, en el derbi ante el UCAM, para encontrar su última derrota. Desde entonces, once jornadas en las que ha enganchado nueve victorias y dos empates.
Poco a poco ha ido escalando hasta llegar a lo más alto. Es el tercer máximo goleador y el cuarto menos goleado, su regularidad y confianza es su gran virtud. La presión pudo pasarles factura el pasado curso, pero en esta ocasión, con la lección aprendida, aspiran a todo. La permanencia ya está asegurada, el siguiente reto es el playoff y si, de paso, logra mantenerse primero, pues la fiesta en La Constitución será total. Y a Adrián, el líder de este grupo, le van los retos.