El Cebas somete a pruebas durante dos años a 39 explotaciones agrícolas que analizan tanto las plantas, como el suelo y el agua
El Cebas ha completado con éxito el proceso de adaptación a los principales cultivos de la Región de una tecnología israelí que es la única en el mundo capaz de medir en tiempo real los niveles de concentración de nitrógeno en las plantas, en el suelo y en el agua. Murcia es la primera región europea en la que se han probado estos sensores, que durante los dos últimos años, han sido sometidos a pruebas en 39 explotaciones agrícolas de la Región.
La tecnología, fabricada por una compañía israelí, permite analizar la situación de una parcela a partir de tres sensores, que miden los niveles de nitrógeno en tiempo real y trasladan esa información a una aplicación que el agricultor puede consultar en una tablet o incluso a través del móvil.
El sistema les informa de las necesidades de abono y de riego que tiene la parcela, con el objetivo de reducir su uso al mínimo. No sólo se ahorran costes, sino que además se mejora la protección medioambiental, porque se evita que los nitratos puedan contaminar el suelo o filtrarse a los acuíferos.
"Ajustar las dosis de agua y fertilizantes a lo estrictamente necesario. No regar de más ni abonar de más. Estaríamos evitando el gran problema de la lixiviación o contaminación de la actividad agraria a los suelos", dice Pedro López, el coordinador del grupo operativo del Cebas que ha desarrollado el proyecto.
Lo que se ha hecho en el Cebas ha sido confirmar mediante análisis en laboratorio los datos facilitados por la aplicación para garantizar su fiabilidad. Además, se han ajustado los parámetros originales para adaptarlos a las condiciones de la Región y a las producciones más habituales. Se ha probado con cítricos, con melocotones, con albaricoques y también con hortalizas, desde lechugas a alcachofas.
Los resultados, dice Pedro López, demuestran que esta tecnología es eficaz y que la inversión inicial (que puede rondar unos los 2.500 euros por parcela) se puede amortizar en un par de años. Entre otras cosas, nos dice, porque puede llegar a producir ahorros en el consumo de agua de entre un 10 y un 25% del caudal tradicionalmente utilizado.