Una quincena de películas recogían 'cabezón'. Por primera vez una película de Brasil, 'Ainda Estou Aqui' se alzaba con 'mejor cinta iberoamericana'. Durante la gala hubo reivindicaciones por la crisis de la vivienda
Los Goya de 2025 han hecho historia. Anoche premiaban como mejor película 'ex aequo' a 'El 47' y a 'La infiltrada' tras una gala muy igualada con varios de sus protagonistas reivindicando vivienda digna o expresando su preocupación por Donald Trump. Una quincena de películas recogían estatuilla, de hecho, todas las candidatas finalistas en la categoría reina, las cinco, han recibido galardón.
'El 47' es la que más premios se llevaba, cinco goyas (película, actor de reparto, actriz de reparto, dirección de producción y efectos especiales), mientras 'Casa en llamas' obtenía uno (guión original); y 'La estrella azul', dos (dirección novel y actor revelación).
La cinta 'Segundo premio', por su parte, se llevaba tres (dirección, sonido y montaje); y 'La infiltrada', dos, el de mejor película y el de mejor actriz para Carolina Yuste por meterse en la piel de una policía infiltrada en ETA. La actriz extremeña era una de las grandes triunfadoras junto con Eduard Fernández, Goya al mejor actor por 'Marco'.
'Ex aequo' para 'El 47' y 'La Infitrada' en una gala de los Goya de cuatro horas. Una quincena de películas recogían 'cabezón'. Por primera vez, una película de Brasil se alzaba con 'mejor iberoamericana'.
— Onda Regional (@ORMurcia) February 9, 2025
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Uno de los momentos de la gala. Fuente: RTVE.
Por primera vez una película de Brasil, 'Ainda Estou Aqui' ('Aún no estoy aquí'), del realizador Walter Selles, se alzaba con el premio a la mejor cinta iberoamericana. Además, 'Emilia Pérez' se llevaba el Goya a la mejor película europea a pesar de la polémica que ha rodeado a su protagonista, Karla Sofía Gascón, y entre aplausos de todo el auditorio. Gascón no fue a los Goya, pero estuvo, porque la película que protagoniza, 'Emilia Pérez', ganó el Goya a la mejor película europea. Salieron a recogerlo dos integrantes de las distribuidoras del filme en España, que aprovecharon para abanderar "más cine y cultura contra el odio y el escarnio".
"Vivienda digna" era lo que pedía Marcel Barrena, director de 'El 47', tras ganar el Goya a mejor película por este largometraje sobre el conflicto vecinal que protagonizaron migrantes extremeños y andaluces en el barrio barcelonés de Torre Baró hace 50 años. Carolina Yuste, poco antes, se ha reconocido privilegiada por poder pagar un alquiler y al inicio de la gala Salva Reina y Clara Segura, mejor actor y actriz de reparto, respectivamente, hacían pronunciamientos similares.
Está el mundo en un momento delicado, "una época oscura" según recordaba Richard Gere, quien al recoger el Goya Internacional ha llegado a llamar "matón" al presidente de su país, Donald Trump. Y también Aitana Sánchez-Gijón, Goya de honor, advertía de que hay que tener miedo a los "nuevos imperialismos y a las limpiezas étnicas". El propio Pedro Almodóvar, Goya en guión adaptado, por medio de su hermano Luis, pues no pudo acudir por un problema de espalda, destacaba que son tiempos "apocalípticos" los que atenazan al mundo tras la victoria de Trump.
También había llamamientos contra la crisis climática, para inversiones en África o sobre el feminismo, o para exigir muerte digna, como hacía el director y los protagonistas 'Mar adentro', la película más premiada de la historia de los Goya, veinte años después de recibirlos.
Las alusiones a Granada y a Andalucía, a su historia, su arte y su talento se repitieron. Alejandro Sanz hizo una versión del 'Abre la puerta' de la banda Triana, y además de los y las artistas de la ciudad, la organización rindió tributo a Federico García Lorca. Soleá, Estrella y Kiki Morente y Lola Índigo también desplegaron su arte andaluz. Entre las actuaciones musicales, destacó Rigoberta Bandini con 'El amor'.
Fue una gala larga, cerca de cuatro horas, en la que no faltó el humor, sobre todo de las presentadoras (entrañable y cómico el momento de Leonor Watling con su pareja Jorge Drexler), como tampoco faltó el tono reivindicativo sobre el tiempo actual ni el momento histórico del empate entre dos películas.