España tiene el 80 % de su superficie lista para el cambio. En el caso de nuestra Región, ese porcentaje asciende hasta el 90%
JAVIER BASTIDA
Aunque desde la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) aseguran que los regadíos de nuestro país están a la vanguardia de la modernización, también consideran que es el momento de dar un pasó más. Los regantes hablan ya de poner en marcha la segunda modernización del regadío, pues apuntan que España tiene ya disponible el 80 % de su superficie lista para ello debido a que ya han superado la primera. En el caso de nuestra Región, ese porcentaje asciende hasta el 90%.
Son datos proporcionados por el presidente de Fenacore, Juan Valero de Palma, quien ha añadido que si bien la primera fase se centró en la implantación de sistemas más eficientes, esta segunda tendría que girar en torno a una integración del uso del 'big data' para obtener información sobre la humedad del suelo o del análisis del estado nutricional del cultivo.
Los regantes de la Región de Murcia han valorado de forma positiva esta demanda de Fenacore, y han manifiestado que todo lo que sea digitalizar el sistema de riego siempre viene bien, aunque la superficies de regadío murciano estén más modernizadas que las de la media española, como señala Paco Provencio, es presidente de la Comunidad de Regantes de Librilla.
Para conseguirlo, el presidente de Fenacore cree que es fundamental el desarrollo del Perte de digitalización del ciclo del agua, impulsado por el Miteco y que ha reservado una partida de 200 millones para el regadío.
Otro de los grandes retos, que desde Fenacore aseguran ser importante de abordar, es "armonizar" el uso del agua para encontrar un equilibrio entre su demanda como recurso esencial para la naturaleza y el mantenimiento de la biodiversidad y su uso para agricultura. Valero De Palma ha pedido a la administración "conciliar todos los intereses" en la gestión del agua y huir de los extremismos.
"Lo que no podemos es colocar los usos económicos del agua como la absoluta prioridad y olvidarnos del medio ambiente, pero tampoco podemos caer en el otro extremo, que es que los temas ambientales sean una prioridad absoluta y luego da igual si hay agua para regar, para el turismo, las actividades económicas, el abastecimiento de las poblaciones...", ha detallado De Palma.
Del mismo modo piensa Paco Provencio, quien ha pedido no "criminalizar a los agricultores" pues según él ocurre todo lo contrario: "Yo creo que los agricultores no somos ningunos criminales de la naturaleza, al revés, intentamos hacer lo mejor posible cada día". Los regantes han señalado que este equilibrio debe basarse en una gestión basada en "criterios técnicos y principios jurídicos" y alejada de posiciones "extremas".
